Julia vuelve a su sitio junto con el resto de los testigos temblándole las piernas. Que la justicia se haya popularizado y haya perdido sus viejas ataduras con el poder establecido, no significa que no haya dejado de infundir respeto. Ahora es el turno de la defensa de sacar sus testigos, y llama al estrado al forense que estudio el cadáver de la víctima. El forense a diferencia de Julia no es la primera vez que declara en un juicio, para él forma parte de su trabajo, no será la última vez ni es la primera que declara en un juicio, una vez la abogada de la defensa menciona su nombre con calma se dirige hasta donde tendrá que declarar. Ya en su sitio la abogada defensora comienza el interrogatorio.

La defensa ahora pasa a llamar a otro de sus testigos. En este caso es miembro de la Patrulla Urbana que atendió a la llamada de Julia, y que por tanto fue el que acudió al lugar del crimen primero con otros dos de sus compañeros.