Ir al contenido
- Evaristo: ¿Y por qué conmigo?
- Gloria: Empiezas a ser conocido. A mi oído han llegado cosas buenas de ti. Has participado ya en dos interrogatorios, ¿cierto?
- Evaristo: ¿Cómo te has enterado?
- Gloria: De eso es de lo que quería hablarte.
- Evaristo: Si quieres, para ir poco a poco, y que me de tiempo a asimilar todo, podemos empezar por como ha llegado la misteriosa nota a mi bolsillo.
- Gloria: Ese misterio es fácil de resolver. Te la metieron en el bolsillo sin que te dieras cuenta ayer cuando dejaste a Genaro en la habitación.
- Evaristo: ¿Entonces eres del PML?
- Gloria: Dejemos las etiquetas a un lado. Si quiero hablar contigo es porque me han dicho que respetas los Derechos Humanos durante los interrogatorios, y que quieres la paz.
- Evaristo: No todos somos iguales.
- Gloria: Lo mismo pasa con nosotros. Los del PML abarcan a un sector muy heterogéneo de la población, y están en casi todas partes. Es imposible encarcelar a todos, ¿entiendes la gravedad del problema? Por hacer un símil, sería como encarcelar a todos los que votaron al partido Nazi en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, yo me entero de todo lo que pasa dentro de la sede de la Milicia, o al menos casi de todo. Y por eso me ha sido tan fácil llegar hasta ti.
- Evaristo: Lo entiendo. Pero eso no significa que debamos dejaros campar a vuestras anchas, habrá que solucionar el problema que existe, no podemos estar toda la vida peleando.
- Gloria: Por eso habrá que empezar por llevarse bien de alguna manera. Y eso es lo que vengo a proponerte.
- Evaristo: Cuéntame, eso me interesa, soy todo oídos.
- Gloria: Ya sabes lo de la nota, pero eso supongo que no soluciona mucho. En cambio lo que te voy a contar ahora si que es importante. Hay una vida en inminente peligro y debéis saberlo, yo no quiero vivir con ese cargo de conciencia. El miembro de PML que tenéis aislado está amenazado de muerte por la propia organización. Saben que ha sido él el que os ha contado lo de la cueva, y tarde o temprano van a tratar de llegar hasta él para asesinarlo. Es una forma de amedrentar a cualquier otro que se sienta tentado de contar algo más. Puede ser veneno en la comida, puede que un día logre entrar alguien en su habitación sin que nadie se entere y le de muerte a sangre fría, puede ser de un millón de formas, pero no van a dejar de intentarlo hasta que suceda.
- Evaristo: Pero si me has dicho poco antes que estáis por todas partes, ¿cómo evitarlo?
- Gloria: No le quitéis el ojo de encima, guardas en la puerta, cocinero de confianza, ya me entiendes.
- Evaristo: Haré lo que pueda por que así sea. No obstante Gloria, ¿no deberías aplicarte a ti misma el cuento? Me refiero, estamos caminando juntos a plena luz del día, seguro que te han visto ya hablando conmigo, y que soy un miembro de la Milicia no es ningún secreto. ¿No tienes miedo de que a ti te pase lo mismo?
- Gloria: Yo se cuidarme sola.
- Evaristo: Eso no me parece una explicación lo suficientemente convincente. Puedo tratar de ayudarte.
- Gloria: ¿Cómo? encerrándome en una habitación si poder salir y siempre con vigilancia encima. Prefiero correr el riesgo. De todas formas, es mi forma de darte las gracias por lo que estás haciendo, y mi manera de demostrarte de que todos no somos iguales, de que hay muchos de nosotros que también quieren la paz.
- Evaristo: ¿Ya te estás despidiendo? Cuéntame más cosas, eso que me acabas decir ya lo sabía.
- Gloría: Pero ahora seguro que te lo has tomado todavía más en serio. Todavía me queda algo más que contarte, me ofrezco como mediadora para capturar al grupo del PML que ha huido de la cueva.
- Evaristo: ¿Mediadora? No es un secreto y por eso te lo digo, pero lo están buscando nuestra Milicia y van a detenerlos.
- Gloria: Los detendrán si pueden. No van a dejarse coger tan fácilmente, lo que yo te estoy ofreciendo es su captura evitando más muertos en ambos bandos, y con ellos más rencor en ambas partes y una solución pacífica a nuestros problemas cada vez más lejos.
- Evaristo: Gloria, ¿y qué puedo ofrecerte? lo primero es que yo no soy nadie para llegar a ningún tipo de acuerdo vinculante para nuestra parte, y lo segundo es que tampoco se que ofrecerte porque lo lógico es que se enfrenten a las leyes igual que se enfrenta todo el mundo.
- Gloria: Ya lo sé Evaristo, sé perfectamente que por ti solo no puedes, pero eso no significa que no puedas intentarlo, habla con quien tengas que hablar en la Milicia, e incluso fuera de la Milicia. Y en cuanto a lo segundo, no te estoy pidiendo que se vayan de rositas, pero si una esperanza de que podrán volver a sus vidas después de haber saldado su deuda con la sociedad, dame algo con lo que pueda negociar con ellos. Una garantía de que en ningún caso las condenas superarán los 10 años, sería una buena forma de intentarlo, además de vuestra palabra de que se acabaron las torturas y los tratos degradantes de cualquier tipo, nada de quemar nunca más los brazos de nadie con las colillas de los cigarros. Ya te dicho, que yo me entero de todo. Debéis de tener en cuenta que la mayoría de los que con que peleáis no ha elegido ser lo que es, ya sabes, que la mayoría de los miembros del PML lo son porque han nacido hijos o hijas de aquellos que ya lo son. No son asesinos y ladronas corrientes, y como tal tampoco pueden ser tratados por la ley con la misma dureza que si lo fuesen. Sabes muy bien que si dejan coger, lo mínimo que estarán encarcelados son 15 años. Fíjate con sólo cinco años menos de condena, todo lo que podríamos conseguir, salvar vidas, y quien sabe si incluso servir de ejemplo para otras guerrillas del PML que están escondidas.
- Evaristo: Te promete que lo voy a intentar, me parece razonable lo que pides.
- Gloria: Volvermos a vernos. Estate atento a los bolsillos de tus pantalones. Yo ya me tengo que marchar. Ha sido un placer conocerte. No te olvides de nada de lo que te he contado, es de vital importancia que no haya más muertos si queremos llegar a una solución pacífica, y yo no controlo a todos los miembros del PML.