Camina contemplando todo a su alrededor, lo hace despacio para intentar empaparse de todo aquello que ve. Sobre todo hay algo que busca, el causante de la sangre cuya pista se pierde a la entrada, y de la que ya no encuentra el rastro. El Martillo mientras tanto no aparta la mirada de él, Evaristo intercala miradas a los ojos cruzadas con reconocimientos inquisitivos de su entorno, conforme la distancia entre ambos se acorta, la mirada entre ambos se hace más duradera, hasta al final es el rostro del Martillo lo único que mira. El Martillo ha salido del grupo de milicianos, que por las palabras sueltas que escucha hablan acaloradamente de lo sucedido, para recibirle.
- El Martillo: ¿Qué mosca te ha picado? siempre que te despides de mi tengo la sensación de que va a ser la última vez que te vea.
- Evaristo: He venido por si necesitabais refuerzos.
- El Martillo: Refuerzos dices, eres sólo uno y para tu información tenemos la situación controlada. Tenías que haber venido esta mañana, ahora tu visita es puro turismo, tienes que admitirlo.
- Evaristo: Algo habrá que hace, ¿no?… Voy a ser sincero contigo, vengo porque sobre todo quiero enterarme de que ha pasado. Ya sabes que estoy muy involucrado personalmente con el proceso de paz con el PML.
- El Martillo: Vamos que has venido mayormente a cotillear. Pues para eso podías haber hecho lo que va hacer todo el mundo, y haberte esperado a que la Milicia haga público el comunicado oficial explicando lo que ha pasado.
- Evaristo: Parece que ya te has olvidado de mi. No esperaras que me comporte como todo el mundo cuando sabes de sobra que no lo soy. ¿Hace falta que te recuerde que yo también he trabajado para la Milicia igual que tú ahora?
- El Martillo: Pero eso quedó atrás.
- Evaristo: Yo nunca he dicho que no volvería. Pero no discutamos más, cuéntame que ha pasado.
- El Martillo: Yo tampoco tengo muchas ganas de discutir, pero tienes que venir más si quieres que te tomemos en serio. De todas formas te cuento. Hemos tenido un tiroteo justo a la entrada del cuarte. Un individuo de entorno a los 40 años de edad se ha puesto a disparar al grupo de detenidos del PML como un loco.
- Evaristo: ¿Y que ha pasado?
- El Martillo: Pues lo que tenía que pasar. Él está muy gravemente herido, la Milicia le ha contestado también con disparos, lo tiene muy mal para salir con vida. Está en el hospital ahora, hasta donde yo se le están operándole para extraerle las balas que tiene por todo el cuerpo, y metiéndole a la vez toda la sangre que esta siendo posible para que no muera desangrado.
- Evaristo: ¿Y él ha matado a dos del PML, no? Al menos eso es lo que he leído yo en internet.
- El Martillo: Ha matado a dos, sí.
- Evaristo: ¿Y de los nuestros no ha herido a ninguno?
- El Martillo: Nada, hay ido a por los del PML. Te prometo que hemos intentado responder todo lo rápido que hemos podido, pero es imposible reaccionar más rápido de lo que ya lo hemos hecho.
- Evaristo: ¿Y la sangre que hay por todo el cuartel?
- El Martillo: Al principio hemos trasladado aquí a los tres que han sido heridos, pero en cuanto hemos visto que era un lobo solitario el que ha actuado y estaba fuera todo controlado, los hemos trasladado corriendo al hospital. Han estado aquí cuestión solo de minutos.
- Evaristo: Esto complica muy mucho lo de la paz.
- El Martillo: ¿Qué paz Evaristo? ¿Te piensas que la paz es firmar un papel o ganar un votación? Eso no es paz, y lo que ha pasado hoy es un buen argumento para demostrarlo.
- Evaristo: Al menos fue un buen primer paso. Lo más importante ahora es averiguar porque ha pasado todo, si de verdad ha sido un lobo solitario molesto con el resultado de la votación, o ha sido parte de algo más organizado y peligroso.
- El Martillo: No creo que haya falta averiguar mucho, pero si el asesino sale con vida, lo primero será ir a preguntarle. De todas formas, como ya te he dicho, no creo que haga falta averiguar mucho, para mi todo tiene una explicación muy simple, y es la que a simple vista aparece, a uno que se le han cruzado los cables porque no quiere hacer las paces.
- Evaristo: Hasta que no estemos seguros es mejor no cerrar otras posibilidades.
- El Martillo: Eso es cierto no hagamos más castillos en el aire. Quédate ya que has venido y te presento al resto de compañeros.
- Evaristo: Vale, no tengo mucho que hacer la verdad. Si os puedo echar una mano con algo, contar conmigo.
Evaristo se siente en gran parte obligado a quedarse por la amabilidad con la que contra todo pronóstico ha sido recibido por el Martillo. Además quiere aprovechar para aclarar ideas, hablar con más miembros de la Milicia y quien sabe, con gente de PML, que le permitir colocar más piezas en el puzzle que reconstruya lo que ha sucedido. Para Evaristo no está tan claro que haya sido únicamente un lobo solitario porque hay muchas personas que pueden sentirse traicionadas, y junto ellas sus ideales, por el acuerdo de paz. Por un lado, están los propios miembros de la Milicia como el Martillo, que desde un primer momento se han mostrado contrarios a hacer las paces con el PML, y por otro lado está seguro de que tiene que haber miembros del PML que tampoco estén de acuerdo con rendirse y olvidarse de la lucha armada. Para él, esas posibilidades son igual de factibles que la versión del lobo solitario ofrecida por el Martillo, que a todas luces, es la que parece más cómoda y más va a agradar a todas las partes. Puede que lo que haya pasado haya sido sólo eso, o puede que haya sido un mensaje de un sector radical de la Milicia sin que otra parte de ella lo sepa, o incluso puede que hayan sido otros miembros del PML los que han asesinado a sus propios compañeros para boicotear la integración del PML en la sociedad actual.