El día en que huyeron volvieron a recuperar la libertad. Ese día también se dio cuenta, de que no puede existir libertad si ésta no es informada, la información te hace libre. Mientras se alejaban del campamento Julia y él, tuvieron que repetir una y otra vez al resto del grupo como habían llegado a la conclusión de que sólo era una cuestión de tiempo el que las cadenas acabasen atadas a sus cuellos, la idea era sencilla, mantienen a los alienígenas a raya entregándoles a los recién nacidos, Susana pronto iba a dar a luz, ella y el resto del grupo nunca iba a aceptar darles al bebe que tarde o temprano iba a nacer, por eso el siguiente paso natural y lógico iba a ser la absoluta esclavización del grupo utilizando las propias armas que les habían robado, ¿cómo si no iban a vivir en una fortaleza de palos de madera para protegerse de rayos láser alienígenas? Aun así, una y otra vez tuvieron que repetirlo y todavía hoy semanas después de volver a ser libres tienen que seguir haciéndolo.
Desde entonces se han convertido en animales esquivadizos, la fobia a la propia raza humana de la que lamentablemente también forman parte tiene la culpa, su enemigo más temible ha pasado de ser unos monstruos raros y al principio aparentemente invencibles, a ser el ser humano. Por muchas razones, y siempre que acaba dándole vueltas a la cabeza sobre ello encuentra alguna nueva, aparentemente son iguales, lo que hace imposible distinguir a tu enemigo, se supone que en todos existe ese sentimiento que los hace humanos y sin el cual la especie estaría abocada a la extinción, la compasión, que hace al débil fuerte y al fuerte más fuerte todavía, todo ser humano necesita a otros seres humanos para sobrevivir, lo que hace la convivencia no sólo necesaria sino además inevitable, y sobre todo y ante todo, porque son listos, traicioneros, y no se deshacen cuando les clavas un trozo de madera. El grupo no ha vuelto a crecer, son los que estaban y tienen decidido que salvo que ocurra algún supuesto excepcional, lo único que a él se le ocurre que podría cambiar esa situación es encontrar un recién nacido, van a seguir siendo los que están, cualquier rastro en el camino que denote la presencia humana automáticamente les hace tomar la dirección contraria y borrar cualquier rastro que los pueda llevar hasta ellos. Son ocho fugitivos amantes de la libertad como única forma de vida, quizás porque de un tiempo atrás hasta ahora se la han intentado quitar muchas veces.
La supervivencia poco a poco ha perdido importancia para él y los suyos, se han acabado aprendiendo los trucos, donde encontrar la fruta y los vegetales que necesitan, seguir el rastro de conejos, jabalís, o venados, manejar el arco y la flecha con destreza, hacer agua potables del más barroso y nauseabundo charco con el que se encuentran por el camino. Y toda conversación, sobre todo la que tienen a la hora de la cena en que cada noche en harmonía cenan juntos y alcanzan ese éxtasis que provoca la tripa llena, acaba siempre siendo sobre lo mismo, ¿cuándo su vida volverá a ser como antes? Al fin y al cabo, ni él ni nadie, ni siquiera Vanesa la que ni siquiera puede considerarse todavía una adolescente, se han olvidado todavía, y probablemente nunca lo harán, de como todo era antes. Sinceramente, hay tres cosas que a él le siguen quitando el sueño, un sofa, internet, y una sandwichera, hace poco, ninguna de las tres representaba un sueño imposible, a día de hoy, es pedir la Luna. ¿Y cual es el único medio que tienen de conseguir la Luna? Pues él lo tiene clarísimo, la única forma de poder hacerlo es mandando de vuelta a su casa a los alienígenas invasores, su criptonita ya la saben, lo que les falta es organizarse, conseguir que todos los seres humanos remen en la misma dirección y con un mismo objetivo, porque mucho se teme que muchos de ellos ya han aceptado la invasión alienígena como el nuevo status quo y no piensan en revelarse, sino en cual es la fórmula para ser el mejor perrito faldero y así sacar el mejor provecho personal de ello. Lo que le hace volver a la primera idea, la que los ha convertido en esos seres asociales, el principal problema que tienen y siempre tendrán es que el principal enemigo del hombre siempre será el hombre.
De todas formas todavía no ha perdido la esperanza, tiene muy claro que lo que siente cada vez que toca, ve, o simplemente está con Julia es real. Ese es el origen de toda sociedad humana, ese sentimiento simplificado a la máxima expresión, el amor entre dos seres humanos, también en cierta forma, a un nivel menos intenso y visceral, es el que ha permitido a la humanidad florecer y un día pisar Marte, aunque hoy no puede parecer tan buena idea como el día en que se lo plantearon. Además, eso es lo que el siente con respecto a los otro seis miembros del grupo, ni los quiere, ni confía tanto en ellos como podría confiar en Julia, pero eso no significa que ni los quiera, o hasta cierto punto confié en ellos. Sino, el ser humano quedaría reducido a la máxima expresión, a buscar pura y llanamente objetivos egoístas, su única y exclusiva supervivencia, su único y exclusiva placer, su única y exclusiva preocupación pasaría a ser su ombligo, para él el centro del universo, y entonces, ¿no estaría la propia supervivencia de la especie en peligro?, ya que ¿bajo que términos y condiciones un hombre y una mujer pasarían a compartir ese momento que dota de futuro a la especie?, ¿el instinto pasaría a dominar al hombre?, si de algo está seguro es que el ser humano es un ser demasiado complejo para ser dominado por su instinto, él a veces a sentido tanto desprecio, que ni siquiera el placer asociado al sexo evitaría la desaparición del hombre como especie.