Esto es una parte que tampoco he contado. Al final vas acumulando tantas cosas que contar, que en el barullo de ideas que se te forman a la hora de intentarlo, siempre se te queda algo.
Hoy en día la tecnología, y con eso me refiero a internet y la forma en que interactuamos con ella a través de nuestros teléfonos móviles y nuestros ordenadores, juega un papel fundamental, para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno, es increíble la cantidad de información, de conocimiento, al que podemos acceder a través de ella, hoy en día no hace falta ir a la universidad para convertirte en un experto en algo, y además sólo te hace falta un blog para poder demostrarlo. Internet me ha brindado a mi la oportunidad de intentar defenderme de mi poderoso enemigo, la Policía Nacional de España y su red de extorsión.
Para lo malo, porque hemos perdido todo reducto de intimidad, no son sólo las dichosas cookies, porque te instalas Tor y el problema está solucionado. Internet abre una ventana a través de la cual puedes ser permanentemente observado por el Estado o por cualquier otro particular con la capacidad de hacerlo, esa ventana son nuestros móviles inteligentes y nuestros ordenadores. El móvil inteligente sobre todo es ideal para desplegar esa función, porque nos acompaña a todas partes. A través de él pueden saber nuestro posicionamiento, acceder a nuestras conversaciones, acceder a toda la información que almacenamos en ellos.
Os cuento todo este rollo para que entendáis lo que os voy a contar. Yo al clavo de mi moto, ese que os conte el día de ayer, le hice una foto, pues bien esa foto desapareció de forma mágica de mi móvil al cabo de unos días, por mucho que la busqué ya no estaba. Hay más sucesos, hay dos emails que serían claves para aportar una investigación, en el supuesto que alguien quisiera llevarla acabo, cosa que dudo. Dos emails que desaparecieron misteriosamente de mi bandeja de correo electrónico, ambos tienen como emisor mi padre, Florentino López Montero. El primero lo recibo cuando yo estaba todavía trabajando, es un artículo de una escritora adicta al orfidal, droga legal que yo tomaba en ese momento, y en ese email mi padre me recomienda seguir tomando las pastillas. El otro correo, me lo manda poco antes de las navidades del año 2017 para 2018, en él me dice que se va a comprar un coche nuevo y que si vuelvo a casa me regala el suyo (yo os he contado todo lo que había pasado antes), yo por supuesto en ese momento todavía tenía dinero y paro, mi intención era escapar, igual que lo sigue siendo ahora, y no contesto. Hay varias cosas que me disturban de ese segundo correo, yo no le había contado a nadie que había vendido mi coche, ¿cómo podía él saberlo?
Estoy convencido de que todavía tienen acceso a mi teléfono, portátil o tablet. Igual que estoy convencido de que tanto Raul de la Fuente Chiscano, como Florentino López Montero, han tratado y están tratando de asesinarme. Al igual que más personas de su entorno. Al igual que estoy convencido de que coaccionan a toda persona con la que trato. Ese es el motivo de mi soledad y desempleo.