Puede que lo de la paloma muerta en el umbral de su casa haya sido sólo una casualidad, pero después de lo que ha visto hoy después de clase tiene serias dudas de que lo sea. Eso le hace no olvidarse de que en la web donde serán las votaciones todavía faltaba que el Martillo colgase el contenido que argumentase el voto a favor del No. En los descansos de clase ha mirado un par de veces el móvil y no había todavía nada, y en cuanto entra en su casa abre el portátil y mira de nuevo por si el Martillo ha colgado ya algo.


Y efectivamente, cuando entra a la web enseguida descubre que ya han contestado. Puede verse como al lado de su escrito apoyando el Sí y con las condiciones para la paz con el PML, el Martillo ha colocado otro en el que defiende el voto por el No. Con curiosidad extrema empieza a leerlo:


“¿Cuántos años llevamos en guerra con el PML?, ¿cuándo fue la última vez que mataron a uno de los nuestros?, ¿qué nos ofrecen que no podamos conseguir por nuestros propios medios?, ¿qué garantías tenemos de que no sea una trampa y vaya ser peor después?


Creo que son cuestiones sencillas a las que todo el mundo puede dar respuesta, y que resolviéndolas el sentido del voto no puede ser otro que no sea un rotundo No, a una paz negociada con el PML. 


Llevamos siglos en guerra con ellos, el PML no es más que el último reducto de aquellos que perdieron con la Gran Revolución, los hijos de banqueros, de reyes, de policías, jueces y políticos corruptos, son la muestra viviente de un pasado que todos decidimos abandonar. Os recuerdo, que hace poco más de dos semanas mataron a tres de los nuestros en una emboscada, que el enfrentamiento armado con ellos ha sido una constante que ha provocado la muerte de muchos de nuestros seres queridos. ¿Y qué nos ofrecen?, ¿entregar las armas? Lo que están haciendo realmente es chantajearnos, la paz a cambio de no más guerra, cuando la paz no puede estar condicionada por nada más que la aceptación de las normas por las que todos nos regimos. Coincidiréis conmigo, en que no nos ofrecen nada que no sea ya nuestro. 


A mi, al igual que a muchos, lo único que se me ocurre es que votar que Sí lo único que va a suponer es demostrar la debilidad de nuestra sociedad actual. Si pueden chantajearnos con esto, ¿hasta donde puede durar su chantaje?


Los que valoren todo lo que la Gran Revolución a conseguido, saben que el No es la única respuesta correcta, y que lo único que nos queda es seguir luchando hasta el final, hasta la absoluta e incondicional derrota del PML.”


Es más o menos lo que se esperaba. El argumento del voto por el No es fácilmente identificable, votar que si sería mostrarse débiles ante el enemigo. Lo que no se menciona y Evaristo echa en falta, ya que podría ser de interés, es que el enemigo está en todas partes, que es imposible la derrota absoluto e incondicional del PML como los más opuestos a la paz pretenden conseguir. Él tampoco lo menciona, por eso siente que ninguno de los dos está siendo totalmente sincero con sus votantes. Ambos están jugando con una verdad a medias, ni siquiera puede considerarse una mentira piadosa. Pero es una verdad a medios, imprescindible, necesaria, impuesta por la obligación de no extender todavía más el caos que la simple propuesta de paz está condenada a extender. Se da cuenta de que no es más que otra de las ironías de la vida, para hacer la paz es necesario pasar primero por la guerra.


Sigue mirando en la web, y lee los comentarios de aquellos que se han atrevido a dar ya su opinión y además de hacerla pública. Hay un poco de todo: “Yo ya he votado por el S픓Los del PML son unos mentirosos y esto no es más que una estrategia para volver al poder y esclavizarnos otra vez a todos”“La paz siempre es la opción correcta cueste lo que cueste”, “Las leyes son para todos iguales y con ellas no se negocia”…


Al final por su propia salud deja de leer más comentarios, apaga el portátil, mira la hora y se da cuenta de que por culpa de haberse entretenido llega tarde a lo único que realmente le importa. Hace cinco minutos que ya tenía que estar en el parque con chandal y zapatillas de deporte si quería volver a ver a Julia y sus mayas. Sale corriendo a la habitación, se cambia a toda velocidad y con la misma prisa sale de casa y camina por la calle hasta llegar al parque donde Julia lo está esperando.


Está sentada en un banco del parque esperándolo y cuando llega a ella puede distinguir perfectamente en su rostro la cara de resignación con la que parece estar reprobándole que haya tardado tanto.

Evaristo y Julia empiezan a correr como de costumbre cuando ese día les toca correr. Normalmente cuando lo hacen, a ninguno de los dos le queda el suficiente aire para decirse nada. 


Los 50 minutos pasan rápido, ha Evaristo parecen haberle limpiado de toda la tensión acumulada, pero pronto está a punto de descubrir de que el día para él todavía no ha acabado. Cuando ambos recuperan el aliento, y durante los obligados ejercicios de estiramientos, Julia habla.

– Julia: No sé si contártelo o no, pero creo que lo mejor es que lo sepas. Hoy caminando por la calle me han insultado, me han llamado terrorista.