El Martillo parece tener la mirada fija en algo, no la ha apartado de la ventana ni siquiera un instante desde que Evaristo acabara de hablar, quien observa como el Martillo parece haberse olvidado completamente del problema de la ceniza con su cigarro, ahora le da caladas que lo consumen mientras la ceniza cae al suelo sin que a nadie parezca importarle. Evaristo no se atreve a volver a decirle nada, prefiere esperar a que sea el Martillo el que tenga algo que decir. Pasan largos minutos que a Evaristo le parecen horas cuando el Martillo por fin decide contestarle, como si el fin de su cigarro fuese el límite de tiempo que se hubiera puesto el Martillo para contestar, porque lo único que queda de él cuando el Martillo deja de mirar por la ventana es el filtro donde la llama que lo consumía se ha detenido.
- El Martillo: ¿Ves el parque que hay al otro lado de la calle?, ¿sabes como se llama?
- Evaristo: Sí, allí suelo hacer muchas veces deporte, también voy a darme buenas comilonas con los amigos, claro que lo conozco. Pero ahora que lo dices, no recuerdo como se llama.
- El Martillo: Yo te refresco la memoria, se llama Parque 9 de Octubre, ¿sabes por qué?
- Evaristo: Ni idea.
- El Martillo: Ese día murieron 20 personas en esta ciudad a manos del PML. Los pillaron por la noche entrando en un almacén de armas, la Milicia y el PML empezaron a intercambiarse disparos, ellos huían cuando hicieron explosionar una bomba que habían colocado en un deposito de dinamita que había en el almacén. Todos los milicianos que había en ese momento defendiendo el almacén de armas murieron y salvo dos muertos del PML el resto se escapó. ¿Qué te parece?
Evaristo sabe que es una trampa, diga lo que diga va a ser una respuesta incorrecta, porque no puede quitarle importancia a la muerte de los 20 milicianos, a la vez que tampoco puede desdecirse de la necesidad de encontrar una solución pacífica a la lucha armada con el PML. Tiene la sensación de estar metido en un callejón sin salida, o como cuando le quitas a una granada la anilla y la tienes pegada a las manos, sabes que va explotar, lo que se materializa en la mirada inquisitiva del Martillo que no le aparta, otra vez, la mirada de los ojos, Evaristo echa de menos esos momentos de calma en que la conversación se paró para que el Martillo mirara por la ventana. Decide que lo mejor es cortarse la mano para soltar la granada, al menos si lo consigue seguirá vivo, mientras que si se calla, todo él quedará hecho pedazos.
- Evaristo: Que no es excusa para intentarlo. Siempre va haber motivos para no alcanzar la paz, y más habrá cuanto más tardemos en alcanzarla.
En ese momento Evaristo se imagina corriendo a una trinchera, donde espera temeroso que la granada explote. Y finalmente explota.
- El Martillo: No podemos negociar con asesinos. Y los que negocian con ellos, son tan asesinos como ellos.
- Evaristo: Te entiendo, yo tampoco estoy a favor de la violencia, y es evidente que nunca puede justificarse para coaccionar la imposición de una idea. Pero ya no es eso de lo que estamos hablando Martillo. Ya no se trata de hacer lo que ellos digan, se trata de algo mucho más importante, se trata de alcanzar la paz. En el momento que la Milicia los encuentre donde quiera que ahora se estén escondiendo, va a haber tiros, y bajas, y más rencor en ambas partes, y más parques que se llamen con alguna fecha que nos recuerde a nuestros muertos.
- El Martillo: Por mi no. Por mi los vamos a seguir hasta el final de la Tierra hasta que no quede ni uno de ellos. Antes se acaban las balas, que firmo la paz con un miembro del PML. Pero, por otra parte, ni tu, ni yo, debemos, ni podemos, decidir por todos. Voy a hablar con el resto de veteranos de la Milicia y voy a contarles lo que me has contado. Mientras esto se extiende, dale una semana, tu, que eres el que está promoviendo la idea, te vas a encargar de preparar la pagina web donde será la votación, porque en está decisión tiene que estar esta ciudad y todas las ciudades que hayan sido asaltadas por esa guerrilla del PML. Cuando la tengas lista, escribe porque crees que deben votar si, yo, o cualquier otro se encargará de argumentar lo contrario.
Ha Evaristo se le ha iluminado la cara, no se esperaba una decisión así por parte del Martillo. Después de todo, se nota que comparte las ideas de la Revolución, aunque la Milicia lo haya brutalizado.
- Evaristo: De acuerdo. Pero espera, otra cosa, ¿no es conveniente anunciar un alto el fuego hasta que acabe la votación?
- El Martillo: No corras tanto, lo que primero tienes que hacer es convencer a tu enlace de que de la cara, si quiere que la crean.
- Evaristo: ¿Y como sabe que no la vamos a detener si eso pasa?
- El Martillo: Tendrá que correr el riesgo, ¿no? si quiere que la crean. Si no quiere dar la cara que no la de, pero tiene que ofrecernos algo que nos asegure que estamos negociando con un miembro del PML y no con una loca que se esta haciendo pasar por uno de ellos, o da la cara por si todo sale mal, o al menos, nos ofrece algo para saber que no nos está engañando. De eso ya te encargas tu. Ahora si no te importa, vete, porque yo voy a hacer lo mismo, necesito irme a pescar antes de que explote entre estas cuatro paredes.
- Evaristo: ¿Nos vemos la semana que viene?
- El Martillo: Vale, pero en cuanto tengas la web me envías un email.
- Evaristo: Que no se te olvide lo de proteger al que filtró lo de la cueva.
- El Martillo: Descuida, de eso ya me encargué esta mañana.